Muchos de los clientes que nos solicitan la instalación de cerramientos de aluminio en Fuencarral (Madrid) para los balcones o terrazas de sus viviendas, no saben luego si escoger vidrio templado o laminado, dos de los acristalamientos más demandados, pero cuyas características y propiedades son muy diferentes.

Comenzando por el vidrio laminado que puedes encontrar en Alusan López, se trata de un acristalamiento de calidad, compuesto por uno o más vidrios unidos por medio de una lámina de burital de polivinilo, cuya función es que, en caso de rotura, los trozos de cristal no caigan, sino que se queden adheridos a este particular material.

Entre sus puntos fuertes destacan la elasticidad, la transparencia o la resistencia, pero su precio es más elevado que su principal competidor, el vidrio templado. Hasta el punto de que, aunque últimamente han rebajado su precio, llegaron a costar hasta hace no mucho tres y cuatro veces más que el templado. Para que te hagas una idea de cómo es este acristalamiento, es el tipo que se utiliza en los vehículos en las lunas delanteras y traseras, y en viviendas donde existe un elevado riesgo de fuertes vientos.

En cambio, el vidrio templado de los cerramientos de aluminio en Fuencarral (Madrid), en caso de rotura se hace pequeños trozos redondeados, para reducir el riesgo de cortes con trozos más grandes. Se trata de un cristal más robusto que el vidrio laminado, pero menos elástico, por lo que su precio es inferior a este. Su ámbito de aplicación requiere de condiciones meteorológicas menos adversas y es el utilizado, por ejemplo, en los locales comerciales.